Explora Braga y Guimarães en un tour privado inolvidable. Siente la esencia del Minho mientras te sumerges en el paisaje, la historia, la cultura y la tradición portuguesa. Una experiencia única e inmersiva te espera.
Este tour privado comenzará y terminará en la ciudad de Oporto. Para cualquier duda, no dudes en contactarnos.
Braga, en el corazón de Minho, cautiva con su arquitectura barroca, casas solariegas del siglo XVIII y hermosos espacios verdes. La fusión de tradición y modernidad es evidente, reflejando una ciudad que preserva la solemnidad de su casco antiguo mientras abraza el dinamismo moderno con industria, comercio y una animada escena universitaria. Destacan la imponente Catedral de la Sé y el pintoresco Santuario de Bom Jesus do Monte, con su funicular impulsado por agua.
Guimarães, considerada la cuna de Portugal, encanta con su centro histórico bien conservado, declarado Patrimonio de la Humanidad. Los elegantes balcones de hierro, casas señoriales y calles adoquinadas revelan una armonía arquitectónica única. Reconocida como la Capital Europea de la Cultura en 2012, Guimarães también fue elogiada por el New York Times y designada Ciudad Europea del Deporte en 2013. Descubre estas joyas en nuestro Tour Braga y Guimarães, sin salir de Oporto.
Itinerario
En el norte de Portugal, la exuberante vegetación del Minho se combina con una rica narrativa de historia, cultura y tradición. Esta región, bañada por el río que le da nombre, no solo es famosa por sus vinos únicos, como el refrescante Vinho Verde, sino también por ser un auténtico escenario donde historia y cultura se entrelazan de forma armoniosa y genuina.
Al recorrer los campos verdes, las imponentes montañas y los valles serpenteantes, somos transportados a una tierra que no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma. Cada plato de la gastronomía local celebra los sabores auténticos de la región, repletos de ingredientes frescos y tradiciones culinarias transmitidas de generación en generación.
El Minho, con sus paisajes impresionantes y la calidez de su gente, ofrece una experiencia completa e inolvidable, donde historia y presente se encuentran para crear un encanto único y cautivador.
Guimarães, conocida como la cuna de Portugal, es una ciudad encantadora y rica en historia, situada en el norte del país. Fue aquí donde, según la tradición, nació D. Afonso Henriques, el primer rey de Portugal, y donde sentó las bases para la independencia portuguesa. El centro histórico de Guimarães está clasificado como Patrimonio Mundial de la UNESCO, destacándose por su excelente conservación y arquitectura medieval, que parece transportar a los visitantes a otra época.
Entre los principales puntos de interés se encuentra el imponente Castillo de Guimarães, construido en el siglo X para defender la ciudad de los ataques moros y normandos. Este castillo ofrece vistas deslumbrantes y es un símbolo de la fundación de Portugal. Cerca de allí, la Capilla de San Miguel, donde según la leyenda fue bautizado D. Afonso Henriques, es otro punto histórico esencial.
El Palacio de los Duques de Braganza, un edificio del siglo XV, es otro lugar imperdible. Con su arquitectura de estilo borgoñón y una impresionante colección de arte y mobiliario antiguo, el palacio ofrece una visión fascinante de la vida aristocrática portuguesa.
No deje de visitar la Plaza de Santiago y la Plaza de Oliveira, llenas de cafés y rodeadas de edificios antiguos, donde es posible apreciar la autenticidad y la belleza del día a día en el Minho. Guimarães es un verdadero tesoro portugués que combina historia, encanto y una energía juvenil y contagiosa.
El centro de Braga es un encantador punto de encuentro entre historia y modernidad. Conocida como la “Ciudad de los Arzobispos”, Braga conserva siglos de tradición religiosa y una arquitectura impresionante. La Sé de Braga, la catedral más antigua de Portugal, es el corazón espiritual de la ciudad, con un estilo que mezcla elementos románicos y góticos.
Alrededor de la catedral, el centro histórico despliega calles empedradas, plazas animadas y hermosos jardines, como el Jardín de Santa Bárbara. Braga es también un destino vibrante y juvenil, en parte gracias a su universidad, que le confiere a la ciudad una energía renovada. Entre el pasado y el presente, Braga ofrece una experiencia rica y acogedora para los visitantes.
El Elevador del Bom Jesus do Monte en Braga es uno de los ejemplos más notables de transporte impulsado por agua en el mundo. Inaugurado en 1882, es el elevador más antiguo de este tipo en funcionamiento continuo y opera exclusivamente mediante un sistema de contrapeso de agua, sin motores eléctricos. Con un ingenioso mecanismo, se añade agua al depósito del carro en la cima, haciéndolo más pesado para que descienda, mientras el carro en la base sube. Este proceso se sostiene únicamente por la fuerza de la gravedad y el equilibrio entre los pesos de agua en los depósitos.
El elevador forma parte del Santuario del Bom Jesus, uno de los sitios religiosos más emblemáticos de Portugal, conocido por su monumental escalera barroca. Además de su función práctica, el elevador ofrece una experiencia única y nostálgica a los visitantes, quienes pueden disfrutar de vistas panorámicas mientras ascienden o descienden, conectando con la historia y el encanto del lugar.
El Santuario de Bom Jesus do Monte, en Braga, es una de las atracciones más icónicas de Portugal y un impresionante ejemplo de arquitectura barroca. Situado en lo alto de una colina, el santuario es famoso por su monumental escalera de 577 escalones, que asciende a través de terrazas decoradas con fuentes, capillas y estatuas que representan escenas religiosas y simbolismos católicos.
Además de la escalera, Bom Jesus es conocido por su Elevador Hidráulico, que funciona mediante un sistema de contrapeso de agua y fue inaugurado en 1882. Este elevador, el más antiguo del mundo en operación continua, ofrece una alternativa encantadora para quienes prefieren evitar la subida a pie, además de proporcionar vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores.
El santuario y sus alrededores invitan a la contemplación y al descanso, con exuberantes jardines y miradores que crean una experiencia tranquila y espiritual. En 2019, Bom Jesus fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, resaltando su valor cultural y religioso. Visitar Bom Jesus es adentrarse en un espacio de belleza, fe e historia que deja una profunda huella en la experiencia de Braga.
