Los azulejos en Lisboa son más que una simple decoración; forman parte esencial de la identidad cultural portuguesa. Estos elementos artísticos no solo embellecen la ciudad, sino que cuentan historias y reflejan tradiciones profundamente arraigadas.
La palabra «azulejo» proviene del término árabe “azzelij”, que significa «piedra pulida». Aunque los azulejos se encuentran en países como Italia, España, Turquía y Marruecos, en ningún otro lugar han adquirido el mismo simbolismo y relevancia artística que en Portugal.
Historia de los Azulejos
Los azulejos llegaron a Portugal en el siglo XV, influenciados por la tradición islámica, y a lo largo de los siglos absorbieron elementos renacentistas, barrocos e incluso holandeses. Con el tiempo, se utilizaron para decorar fachadas de casas, palacios, iglesias y espacios públicos, convirtiéndose en un elemento clave de la arquitectura urbana de Lisboa.
Museo Nacional del Azulejo
Para conocer más sobre esta forma de arte, es imprescindible visitar el Museo Nacional del Azulejo, ubicado en el antiguo Convento de Madre de Deus, fundado en 1509 por la Reina Leonor. El museo es impresionante tanto por su colección como por la belleza de su edificio, cuya iglesia está decorada con azulejos y láminas de oro.
La colección abarca desde el siglo XV hasta el siglo XXI, mostrando cómo el arte de los azulejos ha evolucionado a lo largo del tiempo. Además de las exposiciones permanentes, también se exhiben piezas contemporáneas de fábricas y artistas independientes.
Azulejos en Lisboa
En Lisboa, los azulejos están presentes en miradores, estaciones de metro, fachadas de iglesias y edificios históricos. En el barrio de Alfama, es común encontrar imágenes de santos en las entradas de las casas como forma de protección. En el Monasterio de São Vicente de Fora, un panel de azulejos muestra la conquista de Lisboa en 1147, con impactantes escenas de batalla.
Explorar Lisboa es una excelente manera de descubrir esta forma de arte única, apreciando cada detalle y la historia que los azulejos cuentan.