Paseo 3 Días en Algarve

Duration: 3 Días

Location: Lisboa

El nuestro paseo 3 días en Algarve, es perfecto para usted y su familia que quiera disfrutar de unos días en Portugal, visitando la costa sur, el famoso Algarve por sus playas, por sus campos de golf, y sobre todo por su clima templado, casi siempre cielo azul del color del mar. Venga a conocer esta hermosa región, el Algarve, con sus playas y con bastante historia, que invita a conocer mejor, con una gastronomía mediterránea.

No incluido

Comidas

Entradas a Monumentos

Hoteles

Incluido

Guía acreditado y exclusivo

Agua gratis

Wi-Fi gratis

Precios

2 Personas – 1250€	6 Personas – 1700€
3 Personas – 1400€	7 Personas – 1850€
4 Personas – 1500€	8 Personas – 2000€
5 Personas – 1550€

De la época de los romanos hasta la época musulmana, a través de la reconquista cristiana y sin olvidar la epopeya de los Descubrimientos, estos son todos los motivos para visitar el Algarve, con vestigios antiguos, neolíticos hasta más recientes, pero no menos interesantes, como los sitios arqueológicos romanos.

Aqui pasaron bastantes pueblos, en una conexión casi siempre facilitada por el inmenso mar, los cinco siglos de influencia árabe marcaron para siempre esta región, luego empezando por el propio nombre: Al-Gharb, Occidente.

Presencia, que se prolongó desde el s. VIII al s. XIII, visible aún hoy, en los nombres de las poblaciones, en la agricultura, en la arquitectura de los monumentos, en los rendimientos de las terrazas y chimeneas o en el blanco de la cal tan característica en las construcciones.

Al comienzo de la expansión marítima portuguesa en el siglo. XV, Lagos y Sagres ganaran notoriedad a través de Prince Henry, com su famosa escuela de Sagres, hacen del Algarve un lugar para explorar con sus fantásticas playas de arena blanca.

Paseo 3 días en Algarve tres días de diversión y conocimiento en uno de los lugares más carismáticos de Portugal.

1º Día – Lisboa -Évora- Monsaraz – Algarve

Salimos de Lisboa cruzando el hermosa puente colgante, admirando la ciudad y visitar al monumento a Cristo Rey. El camino que nos lleva a los Algarves, nos ofrece un paisaje de caseríos blancos con grandes chimeneas y una llanura cubierta de olivos, viñedos y alcornoques que tanto nos preserva con su corcho.

Llegamos a la histórica ciudad de Évora, patrimonio mundial de la Unesco desde 1986, donde visitaremos una fábrica de corcho, sin duda, de los productos más “portugués y codiciados en el mundo.

Sabía que la cáscara crece cada año y que de nueve en nueve años tiene que ser retirada del árbol, llegando a los 25 centímetros de espesor, el material perfecto, resistente al calor, frío y fuego, después de la remoción del corcho a árbol volve a regenerarse.

Portugal representa el 55% de la producción mundial de corcho, ahora muy valorada tanto en revestimientos decorativos para paredes y suelos, o incluso la fabricación de artículos deportivos material ideal para los granos de béisbol o de cable varas de pesca.

Sin embargo, en muchos países el corcho es más conocido por ser materia prima de los tapones de vino, ya que permite que las micro-porciones de oxígeno entre en contacto con el vino, para que el vino pueda envejecer manteniendo su calidad.

Évora verdaderamente una ciudad-museo, sigue siendo hoy su encanto tradicional con su centro histórico, dentro de las murallas en estilo Vauban construidas en el siglo XVII siguiendo el diseño del ingeniero francés Nicolas de Langres, aquí vamos a visitar su centro histórico, así como las ruinas romanas (Templo de Diana), Plaza del Giraldo y claro la Capilla de los Huesos, con las paredes y pilares revestidos con huesos y cráneos humanos, se calcula de más de 5.000 monjes, en la entrada vamos a encontrar “En los huesos que aquí estamos por vuestros esperamos.”

Seguimos entonces a Monsaraz esta autentica villa medieval su castillo desempeñó durante varios años siglos el papel de centinela del Río Guadiana, vigilando la frontera con España.

Pernocta en Albufeira

2º Día – O Algarve

Salida del hotel para visitar playas y sus excelentes condiciones de veraneo, pasaremos por la playa de Oura, Olhos de Agua hasta llegar a Vilamoura, con su lujosa marina, hoteles y su casino.

Después pasamos y siempre que posible visitaremos la hermosa iglesia en Almancil repleta de azulejos del período barroco, y de ahí la expresión “oro sobre azul”. Y de aquí a Sagres donde haremos nuestro paseo en barco (si las condiciones climáticas lo permiten) y El Cabo de San Vicente donde la Escuela de Navegación del Infante D. Henrique nos espera.

En la Fortaleza de Sagres construida para apoyar a los navegantes que doblaban el cabo y permanecían abrigados en las bahías y calas de Sagres, hasta que las condiciones de navegación fuesen favorables, un punto de paso estratégico para embarcaciones comerciales que hacían la conexión entre el Mediterráneo y el Atlántico Norte, además de su proximidad al Norte de África.

Ahora sí, vamos a disfrutar del Algarve de las playas, campos de golf, el viajar en el tiempo y sentir los cinco siglos de la herencia musulmana a través de sus casas blancas y en la trampa de los tejados y chimeneas, que tan bien podemos ver en la ciudad de Lagos, de mala memoria del mercado de esclavos y que aún queda sus muralla.

Regresamos a Albufeira con parada en la fortaleza de Santa Catarina en Praia da Rocha. Descansar, comer y divertir, porque aquí las noches nunca son viejas.

Pernocta en Albufeira

3º Día – El regreso a Lisboa

Salimos de nuestro hotel en el Algarve para visitar Silves, que fue una de las más importantes ciudades musulmanas en el Algarve, pero que fue desvastada por el terremoto de 1755 que tuvo su epicentro cerca de Sagres,.

Son visibles los vestigios musulmanes en su caserío, castillo e iglesia. A su regreso visitamos Setúbal, y de ahí cruzar el parque Arrábida, con una majestuosa vista del Atlántico y la península de Troya, donde James Bond filmó la película “al servicio de Su Majestad,” después a posible visita a la bodega Piriquita y allí nos perdimos en una visita guiada entre túneles y barriles, hasta que la garganta se refresca con un par de copas de vino.